Las noches pasaban y nada ocurría, poco a poco los marineros iban recuperando su moral.

Pero el capitán no aflojaba la cautela y la guardia nocturna se mantenía con el mismo número de marineros, años de experiencia le enseñaron a Wiliam que uno no debía descansar nunca en aguas peligrosas.

"Cuánto tiempo más vamos a mantener esta guardia, los chicos ya no tienen miedo, pero eso también es un problema" Dijo Ron a Wiliam en la cabina del capitán "Y más en estas aguas donde deberían tenerlo...."

"Si el Galeón no nos mata en esta, salimos vivos de esta aventura ,Ron" Dijo Wilian observando un mapa en su mesa como si su vida dependiera de ello "El bastardo del timonel ya lo sabía desde un comienzo, pero no quería decírselo a nadie"

"Si nos metimos en aguas profundas ,estaba cantado, Paulo será bueno mirando los cielos, pero es un pésimo mentiroso" Dijo Ron

"¡No, carajo! ..... ¡Mira dónde mierda nos metió la maldita tormenta, estamos acá!" Dijo Wiliam mientras colocaba una maqueta del barco arriba del mapa "Es por eso que tras dos semanas, Paulo sigue repitiendo que falta una semana"

Ron con cierto miedo se acercó lentamente a la mesa del capitán. La maqueta estaba metida en una parte del mapa llena de cruces dibujadas junto al nombre , Royer Durand Moreau - Capitán de La Revanche De La Mer. Al ver esto los ojos de Ron por poco saltan de su cara.

Ron sabía más que bien que significaban cada una de esas cruces en el mapa del capitán "Hay más de 30 barcos hundidos de la compañía de exploración!"

"Pero la puta madre que té parió diosa malparida, nos mandó directamente a una zona negra"

"Si, al final no va a ser Galio el que nos mate .... sino la diosa del mar con su hermosa tormenta " murmuró el capitán, contando en su cabeza los días que tenían que circular por estas aguas "Pareciera como si la puta quisiera seducir a Galeón con nuestras almas..."

"Ron, en este momento me importa una mierda que los marineros no den más!!", gritó Wiliam , mirando seriamente a su amigo "No sé que tendrás que hacer para lograrlo, pero quiero a cada hombre de este barco con un par de huevos de más"

"¡Sí , Capitán!" Contestó Ron

Las guardias nocturnas eran duras y los marinos, sin el combustible que generaba el miedo en sus corazones, se sentían cada vez más cansados y desde hace una semana Ron se estaba poniendo más insistente con las guardias

Hasta comenzaron a realizar simulacros de emergencia....

Cuando ocurrió el primero de los simulacros, Ron notó que varios marineros ni siquiera sabían dónde habían dejado sus armas, de lo pacífico que fue este viaje por tantos meses.

Lucas y Ricardo por su parte se sentían bastante incómodos, porque eran los marineros más regañados por Ron.

En estos momentos, los dos grumetes sentían que solo eran un ejemplo, para mostrarle cuál era la vara más baja a todos los otros tripulantes

"Pero cómo carajos es que se suben a un barco sin saber disparar un arma!!" Grito Ron a los dos grumetes, ya rotos de tantos gritos.